Se entiende por potencial REDOX al potencial de oxidación-reducción que
poseen los metales, los cuales se clasifican químicamente mediante su
serie potencial.
Partiendo del potencial 0 del hidrógeno, existen elementos positivos,
cuando tienen potencial superior a cero (“lado noble”) y elementos
negativos cuando están por debajo de cero (“lado activo”). En base a
ello, existen dos series: La serie electroquímica y la galvánica.
En la serie electroquímica los metales se ordenan por sus potenciales de
equilibrio con relación al electrodo normal de hidrogeno. Esta serie
solo da una idea aproximada del comportamiento frente a la corrosión.
Por su parte, la serie galvánica ofrece una información más certera,
dado que en ella los metales y aleaciones se clasifican por sus
potenciales de disolución al introducirlos en una solución de ClNa al 3
%.
Cuando hablamos de potencial, nos referimos a la tendencia de los
metales y sus aleaciones a emitir iones positivos (se comportan como el
ánodo, que por ser positivo repele a los iones positivos) y se denominan
anódicos.
Por el contrario, los que tienen potencial positivo se denominan
catódicos, porque atraen a los iones positivos, como el cátodo. A este
último grupo pertenecen los metales nobles y otros resistentes a la
corrosión.
Corrosión por par galvánico
Debido a los diversos potenciales que poseen los metales, cuando dos
metales distintos se juntan se produce lo que se denomina un “par
galvánico”, de tal manera que entre ellos se produce un flujo de
electrones; el de mayor potencial negativo es anódico con respecto al de
menor potencial, que actúa de cátodo. Siempre es el metal más anódico
el que se corre.
El conocimiento del potencial de los metales es algo sumamente
importante, no solo para evaluar los riesgos de corrosión inherentes,
sino también la velocidad de deterioro de los elementos metálicos
integrantes de los sistemas y mecanismos sometidos a riesgo, así como
diseñar los medios de protección.
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