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Delfines comunes en el Océano Índico / Stephanie Plön |
Según
el CSIC, los delfines del Océano Índico tienen niveles de contaminantes
10 veces mayores que los del Mar de Alborán.
La
cantidad de basura plástica presente en los mares es una amenaza para
las especies marinas. Un estudio liderado por el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) ha analizado muestras de músculo de
delfines del Océano Índico, concretamente de la costa de Sudáfrica, y ha
hallado una importante acumulación de compuestos organofosforados, que
se usan como plastificantes y retardantes de llama, en los tejidos de
estos mamíferos marinos. Lo que ha llamado la atención de los
científicos es que los niveles de contaminantes de estos ejemplares son
10 veces mayores que los de delfines del Mar de Alborán. Los resultados
se publican en la revista Chemosphere.
Los
plastificantes organofosforados se empezaron a utilizar en los años 60
del pasado siglo. Su uso aumentó cuatro décadas más tarde, cuando se
propusieron como alternativa a los polibromodifenil éteres (PBDEs),
otros retardantes de llama que fueron prohibidos por la Convención de
Estocolmo en el año 2009 por su toxicidad. A pesar de ser menos tóxicos
que sus predecesores, hay estudios que muestran que los compuestos
organofosforados pueden causar daños neurológicos, disrupción endocrina,
cáncer y problemas de fertilidad. Los registros obtenidos en este
trabajo muestran niveles de PBDEs que alcanzan 1,3 microgramos por gramo
de grasa mientras que los niveles de plastificantes organofosforados se
elevan hasta los 32 microgramos por gramo de grasa. Dentro de estos
últimos, el más abundante es el Tributoxietilfosfato, que llega a
niveles de concentración entre 0,95 y 32 microgramos por gramo de grasa.
“Estudios toxicológicos indican posibles efectos cancerígenos del
Tributoxietilfosfato. A partir de estudios en ratas, el índice de
referencia de toxicidad NOAEL establece que un nivel sin efecto adverso
observable sería de 15 microgramos por gramo de peso corporal y por día.
Por lo tanto, no hay que menospreciar los niveles que hemos encontrado
en los 13 ejemplares de delfines analizados, y hay que evitar que estos
niveles de compuestos tóxicos aumenten, ya que pueden poner en riesgo la
salud de la biota marina”, señala la investigadora del CSIC en el
Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua Ethel Eljarrat.
Además, señala la científica, “la basura plástica en los mares procede
básicamente de las cuencas hidrográficas, de la densidad de población y
de las actividades marítimas. Diversos estudios sitúan la cantidad total
de plástico en la superficie marina similar en ambos hemisferios. Por
eso, no esperábamos encontrar niveles 10 veces superiores a los
encontrados en delfines del Mar de Alborán”. Los expertos apuntan a que
probablemente la superficie de los mares no es el único destino de los
plásticos y que uno de ellos podría ser la ingestión por los organismos
marinos.
Éste
es el segundo estudio sobre plastificantes organofosforados que se lleva
a cabo y que muestra que se trata de un problema global que afecta a
diferentes mares y océanos. En el primero, también liderado por
Eljarrat, se analizaron varios ejemplares de delfines del Mar de
Alborán. En todos ellos se encontraron compuestos organofosforados,
tanto en la grasa, como en el músculo, el hígado o el cerebro de los
delfines, llegando a concentraciones en músculo de hasta tres
microgramos por gramo de grasa.
En el
estudio han colaborado expertos de la Universidad Nelson Mandela
(Sudáfrica), la Universidad de North-West (Sudáfrica) y el Instituto
Catalán de Investigación del Agua.
Òscar
Aznar-Alemany, Berta Sala, Stephanie Plön, Hindrik Bouwman, Damià
Barceló y Ethel Eljarrat. Halogenated and organophosphorus flame
retardants in cetaceans from the southwestern Indian Ocean.
Chemosphere. DOI: 10.1016/j.chemosphere.2019.03.165
Fuente:
CSIC 12/04/2019
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