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Un
equipo hispano-francés con participación de investigadores de la
Estación Experimental de Zonas Áridas del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) ha estudiado las múltiples facetas de
la biodiversidad vegetal de 123 ecosistemas áridos y semiáridos
distribuidos por todo el planeta. Los resultados, que aparecen recogidos
en un artículo publicado en la revista Proceedings of the National
Academy of Sciences (PNAS) muestran la importancia de las especies poco
abundantes y su historia evolutiva para mantener la fertilidad y
productividad del suelo en zonas áridas de todo el mundo.
Las
condiciones ambientales influyen en las especies de plantas que pueden
vivir en un determinado lugar. Por ejemplo, si hay mucha herbivoría,
desarrollarán espinas para protegerse. Si llueve poco, como ocurre en
buena parte de los ambientes ibéricos, crecerán hojas pequeñas y
gruesas, o tallos que almacenan agua. Si hay nieve, una forma achatada y
circular les ayudará a lidiar con el peso extra que van a tener que
soportar.
Esta
variedad de rasgos o adaptaciones funcionales forma parte de la
biodiversidad, pero no es la única. El número de especies o diversidad
taxonómica es la medida más utilizada y un buen indicador de cómo
cambian los ecosistemas y qué consecuencias se pueden esperar en el
futuro. También es importante su diversidad evolutiva, es decir, los
miles de años de evolución que atesoran las plantas. Se trata de un
indicador de las adaptaciones a climas pasados, pero también del
establecimiento de relaciones mutualistas o la coevolución con enemigos
como los patógenos y los herbívoros.
“Sabíamos que todas estas facetas de la biodiversidad eran importantes
para el funcionamiento de los ecosistemas, pero nunca se habían
estudiado sus efectos en conjunto. Esto es importante, ya que estas
diferentes facetas no están necesariamente relacionadas entre sí, ni van
a responder igual al cambio climático. Por tanto, debemos saber su papel
en conjunto, no de manera aislada, para poder predecir mejor las
consecuencias de estos cambios en la diversidad”, explica el coordinador
del estudio, investigador Yoann LeBagousse-Pinguet, de la Universidad
Rey Juan Carlos.
Especies menos abundantes
Los
científicos han estudiado ecosistemas tan distintos como los espartales
y romerales ibéricos, las sabanas africanas y australianas y la pampa
patagónica. En todos ellos han evaluado distintas variables que, como el
reciclaje de nutrientes, el contenido de materia orgánica en el suelo o
la productividad de la vegetación, determinan los ciclos de los tres
elementos más importantes para la vida: el carbono, el nitrógeno y el
fósforo.
Más
allá del número de especies, este estudio revela que las especies menos
abundantes y su diversidad evolutiva son factores clave para mantener el
funcionamiento de los ecosistemas áridos.
“Curiosamente, los rasgos funcionales de las especies dominantes son los
que determinan cada función por separado, pero sus efectos tienen signos
distintos en cada uno de los nutrientes principales. Es decir, ninguna
especie dominante puede mantener niveles altos de todas las funciones a
la vez, independientemente de las condiciones ambientales. Ahí es donde
entra el colectivo de las especies menos comunes, éstas sí que son
capaces de proveer múltiples funciones, y nuestro estudio revela que es
principalmente el componente evolutivo de su biodiversidad el que
determina esa capacidad”, remarca el profesor de la Universidad Rey Juan
Carlos Rubén Torices, que, cuando se desarrolló el estudio, trabajaba
como investigador en la Estación Experimental de Zonas Áridas.
El
muestreo global que se ha llevado a cabo para esta investigación, único
en el mundo, se enmarca en el proyecto BIOCOM, coordinado por Fernando
T. Maestre, de la Universidad Rey Juan Carlos, y que cuenta con una
ayuda Starting Grant del Consejo Europeo de Investigación (ERC por sus
siglas en inglés).
Le Bagousse‐Pinguet,
Y.; Soliveres, S.; Gross, N.; Berdugo, M.; Torices, R.; Maestre, F.T.
Phylogenetic, functional and taxonomic richness have both positive and
negative effects on ecosystem multifunctionality. Proceedings of the
National Academy of Sciences. DOI: 10.1073/pnas.1815727116.
Fuente: CSIC
02/04/2019
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