La
Agencia Estatal de Meteorología, adscrita al Ministerio para la
Transición Ecológica, presenta un avance de los datos del Open Data
Climático, con las evidencias más relevantes de los impactos del cambio
climático en España en los últimos 40 años, que revelan que hay más de
32 millones de personas directamente afectadas por sus consecuencias.
El
Open Data Climático revela, por ejemplo, que la superficie con clima
semiárido ha aumentado en 30.000 km2 en los últimos 50 años o que el
verano dura cinco semanas más que a principios de los años 80.
Para
este análisis, la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha contado con
valiosa información procedente de su Banco Nacional de Datos
Climatológicos y, en particular, con datos procedentes de un total de 58
observatorios, 52 de ellos ubicados en capitales de provincia o sus
proximidades y en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, y otros
seis más añadidos por la especial relevancia histórica de sus series de
datos, una muestra suficiente para garantizar la adecuada y veraz
representación del territorio estudiado.
El
Open Data Climático, de acceso libre a partir del mes de abril, será una
herramienta clave para el estudio del cambio climático y la adopción de
medidas de mitigación y adaptación, así como para acercar la realidad
climática a la ciudadanía de forma más eficiente, abierta y funcional.
Los
principales resultados del primer avance de datos son:
Más zonas semiáridas
El
análisis de la evolución de la temperatura anual revela una clara
tendencia a temperaturas más altas en España desde 1971, tanto en
valores promedio como en máximas y mínimas. Un resultado que concuerda
con el hecho de que los años más cálidos se hayan registrado en su
mayoría en el siglo XXI. Reduciendo el estudio al periodo estival los
resultados confirman que en verano cada vez hace más calor en toda
España.
Además, se ha detectado un claro aumento de la extensión de superficie
con climas semiáridos, estimado en más de 30.000 km2 (en torno al 6% de
la superficie de España) en 50 años. Las zonas más afectadas son
Castilla-La Mancha, el valle del Ebro y el sureste peninsular.
Las
temperaturas medias de todas las estaciones son cada vez más elevadas,
aunque el ascenso se aprecia con más claridad en primavera y, sobre
todo, en verano. El verano se convierte, de esta forma, en la estación
más afectada por el cambio climático, un verano que según los datos se
ha vuelto cada vez más largo y más cálido. ¿Cuánto se está alargando la
estación? Unos nueve días de media por década. Concretamente, el verano
actual abarca prácticamente cinco semanas más que a comienzos de los
años 80.
32
millones de personas afectadas en España
De
los 58 observatorios analizados, 37 registraron al menos cinco años
desde 2011 con temperaturas medias anuales situadas dentro del 20% de
las más cálidas del periodo de referencia. Estas anomalías ponen de
manifiesto que al menos cinco de los últimos ocho años en estos
observatorios han sido muy cálidos. El valor más extremo se obtiene en
Barcelona/Aeropuerto, donde desde 2011 todos los años han sido muy
cálidos y algo más de seis meses de cada año la temperatura ha quedado
englobada dentro del 20% de los meses más cálidos de la serie. En cinco
observatorios, entre ellos el de Murcia o el de Teruel, todos los años,
menos uno, han exhibido un comportamiento similar.
Trasladado este resultado de 37 observatorios afectados en términos de
población, podría considerarse que 32 millones de españoles ya se están
viendo afectados por el cambio climático, con una acumulación de años
muy cálidos en la última década, el alargamiento de los veranos y el
aumento de frecuencia de noches tropicales.
La
temperatura superficial del Mediterráneo está aumentando a razón de
0,34ºC por década desde principios de los años 80. Este aporte de calor
provoca una expansión termal que contribuye al incremento del nivel del
mar Mediterráneo. Desde 1993 el nivel del mar ha aumentado en 3,4 mm por
año. Un Mediterráneo cada vez más cálido repercute en sus regiones
costeras aumentando el número de noches tropicales, definidas como
aquellas en las que la temperatura mínima supera o iguala los 20ºC.
El
fenómeno "isla de calor" puede definirse como la anomalía térmica
positiva en el centro de las ciudades en relación con la periferia;
provoca un plus térmico nocturno que eleva las temperaturas mínimas
afectando al confort con efectos negativos para la salud, en particular
para aquellos grupos de riesgo que viven en grandes urbes. En un
contexto de cambio climático creciente, el efecto de la "isla de calor"
se ve amplificado.
Ambos
efectos, por tanto, señalan a las grandes ciudades y a la costa
mediterránea como entornos especialmente vulnerables al cambio
climático. Finalmente se estudió la ocurrencia de olas de calor/frío. Si
bien los episodios fríos disminuyen en número de días, las olas de calor
tienden a concentrarse en los últimos años, con especial incidencia en
su duración. Este hecho es particularmente relevante al existir una
elevada correlación entre temperaturas máximas y mortalidad: a partir de
un determinado umbral de temperatura máxima las muertes aumentan de
forma notable.
Fuente: La Moncloa. Martes 26 de marzo de 2019
Artículo completo con imágenes y datos estadísticos, en:
http://www.lamoncloa.gob.es/serviciosdeprensa/
notasprensa/ecologica/Paginas/2019/260319-aemet.aspx
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