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El
CSIC lidera un proyecto para estudiar un ecosistema con uno de los
mayores depósitos mundiales de litio y potasio.
El
Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha firmado un
contrato de cooperación científica con la compañía minera chilena SQM
Salar S.A., uno de los líderes mundiales en la explotación de litio y
potasio, para realizar un diagnóstico y una evaluación ecológica y
medioambiental de diferentes sistemas bióticos y abióticos de la cuenca
del Salar de Atacama, el mayor depósito salino de Chile. Para ello, el
CSIC ha formado un equipo multidisciplinar de investigadores expertos en
ecología y recursos naturales que realizarán el diagnóstico durante el
año y medio que dura el proyecto (de enero de 2019 a julio de 2020).
La
presidenta del CSIC, Rosa Menéndez, ha firmado hoy el contrato con
Marcela Paratori, jefa de proyecto, y Ximena Aravena, jefa de Medio
Ambiente de la compañía. Según lo declarado por Alejandro Bucher,
vicepresidente de Medio Ambiente, Comunidades y Tecnología de la
compañía, “el proyecto se enmarca en la mejora continua del plan de
seguimiento ambiental, acorde con nuestra política de desarrollo
sostenible, por lo que SQM constantemente está definiendo nuevos
desafíos que le permitan continuar con el mejor estándar a nivel
mundial”.
El
proyecto estudiará los suelos, la vegetación, la fauna terrestre y la
biota acuática. La investigadora Eulalia Moreno, de la Estación
Experimental de Zonas Áridas, que será la responsable del equipo,
explica los detalles del proyecto: “Los componentes ambientales que
tenemos que evaluar son prácticamente todos los que forman el ecosistema
Salar de Atacama: microorganismos, suelo, agua, flora, fauna y otros
organismos acuáticos. Por esta razón en el CSIC hemos formado un equipo
de investigadores expertos en estos temas, pertenecientes a siete de sus
institutos”.
El
equipo de investigadores está formado por Marc Ventura Oller y Emilio
Ortega-Casamayor, del Centro de Estudios Avanzados de Blanes; Carlos
García Izquierdo, del Centro de Edafología y Biología Aplicada del
Segura; Andrew J. Green y Francisco J. Palomares Fernández, de la
Estación Biológica de Doñana; Francisco Valera Hernández, Cristina Armas
Kulik y Eulalia Moreno Mañas, de la Estación Experimental de Zonas
Áridas; Enric Vazquez-Suñé, del Instituto de Diagnóstico Ambiental y
Estudios del Agua; Yolanda Pueyo Estaun, del Instituto Pirenaico de
Ecología; y José Martín Rueda, del Museo Nacional de Ciencias Naturales.
Fases del proyecto
El
proyecto se desarrollará en dos fases. En la primera, se revisará el
Plan de Seguimiento Ambiental Biótico (“PSAB”) actual, así como los
datos que se han utilizado para su elaboración, todo ello suministrado
por la empresa.
En la
segunda fase, el equipo del CSIC propondrá las correcciones y mejoras
para la optimización del PSAB revisado durante la primera fase con el
fin de incorporar las investigaciones más recientes y los avances
científicos más novedosos a nivel mundial. “El objetivo es comprender
mejor los sistemas bióticos y abióticos que se van a proteger,
identificar sus demandas y necesidades y, a partir de ellos, proponer
las mejoras necesarias al Plan de Seguimiento existente”, indica Eulalia
Moreno.
Fuente: CSIC 08/03/2019
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