El
Centro Tecnológico CTC ha presentado un recubrimiento innovador que
permitirá proteger de la corrosión marina y la contaminación biológica
(biofouling) a las estructuras construidas en acero. Se trata de un
revestimiento específico para el material más utilizado en este tipo de
estructuras que protegerá de la corrosión a las estructuras durante más
de 20 años y del biofouling durante más de una década. Gracias a este
avance, se mejorará la resistencia al medio marino, con lo que se podrá
optimizar el mantenimiento de las estructuras situadas en el mar. En el
caso específico de los convertidores de energías marinas, además
contribuirá significativamente a maximizar el potencial de extracción de
energía marina y a minimizar los costes asociados a la operación y
mantenimiento.
Este
recubrimiento es uno de los resultados que contempla el proyecto MAT4OEC
(Advanced Materials for Ocean Energy Converter). Una iniciativa europea,
liderada por CTC, que cuenta con 1,1 millones de euros de presupuesto y
con la participación de siete empresas procedentes de España, Reino
Unido, Irlanda, Suecia y Bélgica, entre las que destaca la cántabra
Degima. Álvaro Rodríguez, coordinador del área de Energías Renovables
Marinas del Centro Tecnológico CTC, presentó ayer los avances de este
proyecto en el marco de la conferencia final OCEANERA-NET, celebrada en
Edimburgo los días 30 y 31 de enero.
A
pesar de que por cuestiones de confidencialidad todavía no se pueden
avanzar las características completas del nuevo recubrimiento, los
investigadores afirman que se tratará de un producto único en el
mercado, llamado a tener un efecto disruptivo dentro del sector. De
hecho, aunque todavía está en una fase inicial, varias empresas europeas
ya se ha interesado por este recubrimiento que resultará aplicable a
otros sectores ajenos a las energías renovables marinas, como son la
industria naval o el Oil&Gas.
La
solución se basa en la mejora de un recubrimiento desarrollado en el
proyecto ACORN, propiedad industrial compartida por Degima y la inglesa
Alphatek, y en el que también participó el CTC. Aquella investigación
desarrolló un recubrimiento que conjuga la tecnología de la
pulverización térmica de aluminio (TSA) junto con diversas sustancias
anti-incrustantes.
A día
de hoy, tras definir todas las especificaciones y requerimientos del
proyecto, los siguientes pasos serán el desarrollo completo del
producto, la validación en diferentes emplazamientos y su posterior
industrialización, prevista para finales de 2019. Una vez se disponga de
las primeras muestras, la fase de ensayo se realizará en tres
emplazamientos diferentes: Shetland Tidal Array, en Escocia, Smartbay en
Irlanda y el laboratorio marino MCTS El Bocal, en Santander.
MAT4OEC es una investigación encuadrada dentro de la convocatoria 2016
de OCEANERA-NET; una iniciativa Era-Net de la Red del Espacio Europeo de
Investigación financiada por la Comisión Europea dedicada
específicamente a impulsar la innovación en el sector de la energía
oceánica. Los proyectos son financiados a través de las Agencias de
Desarrollo Regional de cada uno de los socios participantes en el
Proyecto. En el caso de CTC y DEGIMA, la financiación proviene de la
Sociedad para el Desarrollo Regional de Cantabria, S.A (Sodercan).
Otros tres resultados
En su
intervención como representante de la institución líder del proyecto,
Rodríguez también presentó otros tres resultados adicionales. Se trata
de otro recubrimiento, en este caso para materiales compuestos, siendo
su función la minimización de adherencia del biofouling y, por ende,
prolongar la vida útil de elementos como son boyas marinas o las palas
de las turbinas marinas.
Además, la investigación afronta el desarrollo de un nuevo anti fouling
de baja toxicidad, que redundará en un menor impacto ambiental.
Por
último, se ha presentado un sistema de monitorización para la corrosión
y el biofouling, aplicable a cualquier tipo de estructura metálica
offshore, con el que se puede medir la cantidad de contaminación
biológica adherida y el grado de corrosión de los elementos. Se trata de
una herramienta importante para la planificación del mantenimiento de
las estructuras offshore.
Tal y
como se demostró con la intervención de Rodríguez, MAT4OEC es una
propuesta encaminada a dar respuesta a parte de las necesidades reales
que presenta cualquier estructura situada en el medio marino. Combatir
un fenómeno como la corrosión, que afecta a la mayoría de los materiales
y estructuras, provoca anualmente un coste que oscila entre los 50 y los
80 millones de dólares.
Proyección europea de CTC
La
experiencia y el conocimiento acumulados por el Centro Tecnológico CTC
en el campo de las renovables marinas le permiten coordinar esta
investigación europea en la que participan un total de 8 integrantes
representando a cinco países diferentes. Un proyecto de gran envergadura
que fortalece la capacidad del único centro tecnológico de Cantabria en
la gestión y desarrollo de estas investigaciones trasnacionales.
Esta
iniciativa, unida a otros proyectos como KrEaTive Habitat y GreenPatrol,
también coordinados por CTC, consolidan la proyección europea del
centro. Gracias al know-how de su personal investigador, CTC está en
pleno proceso de expansión continental. Su elevada especialización en
energías renovables marinas le permite estar integrado, entre otros, en
la European Energy Research Alliance (EERA): el organismo europeo que
agrupa a los centros de investigación más prestigiosos de la Unión
Europea.
Igualmente, destaca la presencia de su laboratorio marino, MCTS El
Bocal, en la principal red de infraestructuras científicas europeas
dedicadas a la investigación de las energías renovables marinas,
Marinet2. En la primera convocatoria de la red, el laboratorio marino de
CTC ha sido la segunda instalación más demandada del continente.
Fuente: CTC
https://centrotecnologicoctc.com/2018/02/01/ctc-avances-materiales-energias-renovables-marinas/
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