Se puede definir la
contaminación atmosférica como “la presencia en el aire de sustancias
extrañas, sean éstas gaseosas, sólidas o la combinación de ambas, en
cantidad y durante un tiempo de permanencia que puede provocar efectos
nocivos para la salud humana y un deterioro de los bienes de uso y del
paisaje”.
Uno de los factores que
determina primariamente la intensidad del fenómeno corrosivo en la
atmósfera es la composición química de la misma. El S02 y el NaCl son
los agentes corrosivos más comunes de la atmósfera. El NaCl se incorpora
a la atmósfera desde el mar. Lejos de éste, la contaminación atmosférica
depende de la presencia de industrias y núcleos de población, siendo el
contaminante principal por su frecuencia de incidencia sobre el proceso
corrosivo el dióxido de azufre (S02), proveniente del empleo de
combustibles sólidos y líquidos que contienen azufre.
En relación a su
toxicidad, los contaminantes producen efectos nocivos en el ser humano y
su medio ambiente, como irritación en los ojos, nariz y garganta.
Además, atacan a muchos metales y materiales de construcción, deterioran
equipo eléctrico, superficies pintadas, etcétera.
Los contaminantes
atmosféricos de mayor importancia son: partículas suspendidas totales,
ozono, monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre.
Los agentes contaminantes
inorgánicos son generados por los vehículos y las industrias; los
orgánicos, por los basureros. Las centrales termoeléctricas, las
refinerías y las fábricas de papel contribuyen con el 85% del SO2 en la
atmósfera y los automóviles con un 95% de CO.
Esto implica, por
consiguiente, la necesidad de medir la cantidad de los distintos
contaminantes dispersados dentro de la capa de aire. Lo anterior puede
lograrse usando equipo adecuado o mediante el uso de los modelos de
difusión de gases contaminantes.
La concentración de los
contaminantes se mide en partes por millón (ppm o mg/m³) o en
microgramos por metro cúbico (µg/m³). Cada contaminante tiene un tiempo
específico de exposición.
En las zonas metropolitana
existen un conjunto de estaciones automáticas en las que se incluyen
varios aparatos, tanto meteorológicos como para medir diferentes
contaminantes. Las estaciones están ubicadas donde se espera que se
produzcan los índices más altos de contaminación. Cabe mencionar que la
concentración de los contaminantes varía de acuerdo con la zona de
exposición y con el avance del día.
Se analizan cinco de los
contaminantes para los que existen normas de calidad bien establecidas.
Estos son: dióxido de azufre, monóxido de carbono, ozono, óxidos de
nitrógeno, partículas suspendidas totales y finas e hidrocarburos.
Desafortunadamente, existen limitaciones en cuanto al equipo necesario
para la determinación de todos los contaminantes.
Con la información
recabada se elabora el "Índice Metropolitano de la Calidad del Aire"
(IMECA). El nivel de contaminación va de cero a 500, como se muestra en
el cuadro III.1. La unidad de contaminación se expresa en puntos IMECA.
Fuentes: BIBLIOTECA
DIGITAL, AEMET.
http://bibliotecadigila.ilce.edu.mx/sites/ciencia/
volumen3/ciencia3//121/htm/sec_6.htm
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