La
cataforesis, o electrodeposición catódica, es un método de pintado por
inmersión basado en el desplazamiento de partículas cargadas dentro de
un campo eléctrico hacia el polo de signo opuesto. En inglés se conoce
como electrocoating (e-coat) y en alemán como Kataphoretische
Tauchlackierung (KTL).
Aplicando una diferencia de potencial eléctrica las moléculas de pintura
se rompen depositándose sobre la pieza (cátodo) de forma uniforme
atraídas por su carga eléctrica.
El
proceso está formado por las siguientes fases:
Pretratamientos:
Limpiar, desengrasar y preparar la superficie mediante un proceso de
conversión.
Baño de cataforesis:
En esta cuba se aplica la pintura mediante el proceso de
electrodeposición. La cuba consta de agua desionizada en un 80%-90% y de
los sólidos de pintura (resinas y pigmentos) de 10%-20%. La resina es el
componente principal de la capa final y brinda la resistencia a la
corrosión y durabilidad. Los pigmentos sirven para proporcionar el color
negro y el brillo. Durante este proceso se puede variar la capa de
pintura aplicada mediante el ajuste del voltaje aplicado. La cataforesis
es una pintura tipo EPOXI.
Lavados posteriores:
En estos lavados las piezas se enjuagan para eliminar los sólidos de
pintura que se hayan podido arrastrar. El exceso de la pintura se
devuelve a la cuba mejorando la eficiencia de aplicación.
Horno:
Durante más de 20 minutos a más de 180ºC la capa aplicada sobre las
piezas polimeriza.
Ventajas de la Cataforesis
• Muy
buen grado de protección y resistencia a la corrosión (superior a 1000
horas en cámara de niebla salina).
• Muy
buena adherencia.
•
Resistencia a las deformaciones mecánicas.
•
Proceso totalmente automatizado y fiable.
•
Amplia compatibilidad con otras pinturas (líquidas y polvo). Puede ser
usado como base.
• Se
puede aplicar sobre todo tipo de sustratos: acero, aluminio,
electrozincado, galvanizado, fundición, etc.
Fuente: PINCASA
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