Paisaje árido de Almería. / Foto: Pedro Rey |
Un estudio internacional
con participación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas
(CSIC) ha comprobado que las emisiones de CO2 a la atmósfera procedentes
de la respiración de la microbiota del suelo de zonas áridas disminuye
conforme aumenta la temperatura media del lugar. Este hallazgo muestra
la adaptación de los microorganismos del suelo a la temperatura y ayuda
a comprender cómo este proceso puede atenuar las emisiones de CO2 de la
respiración de los microbios y reducir así su impacto en el
calentamiento global. Los resultados del estudio se publican en la
revista NatureEcology and Evolution.
“Este estudio muestra que el efecto de la temperatura sobre la
respiración del suelo puede suavizarse a lo largo del tiempo gracias a
diversos mecanismos, entre los que está la adaptación térmica de los
microorganismos”, indica César Plaza, investigador del Instituto de
Ciencias Agrarias (CSIC) que participa en este estudio, liderado por
Marina Dacal, estudiante de doctorado del Laboratorio de Zonas Áridas y
Cambio Global de la Universidad Rey Juan Carlos. El estudio es resultado
de la colaboración de un grupo internacional de investigadores de la
Universidad Rey Juan Carlos, el Instituto de Ciencias Agrarias del CSIC
y la Universidad de Yale (EE.UU.).
Los investigadores indican que el calentamiento global tendrá particular
repercusión sobre las zonas áridas del planeta. “En este trabajo, nos
hemos centrado en las zonas áridas porque representan más del 45% de la
superficie del planeta y, por tanto, son un sistema de estudio relevante
a escala mundial para evaluar los efectos del cambio climático y la
adaptación térmica de la respiración microbiana del suelo”, afirma Pablo
García Palacios, investigador de la Universidad Rey Juan Carlos y
coautor del estudio.
En este trabajo, se ha analizado la adaptación térmica de la respiración
del suelo utilizando una red mundial de 110 sitios distribuidos a lo
largo de todos los continentes menos la Antártida, cubriendo así un
gradiente climático desde los -2 a los 28ºC de temperatura media anual.
Dicha red es el resultado del proyecto BIOCOM, liderado por el
Catedrático de Ecología de la Universidad Rey Juan Carlos Fernando T.
Maestre, y financiado por el programa StartingGrants del Consejo Europeo
de Investigación (ERC). El equipo internacional ha estudiado la
respuesta de la respiración microbiana del suelo al calentamiento a
través de un experimento de laboratorio en el que se incubaron muestras
de suelo provenientes de los 110 sitios a distintas temperaturas.
“Este estudio tiene importantes implicaciones para los modelos
climáticos del IPCC (Intergovernmental Panel onClimateChange) cuya
capacidad de predicción podrían mejorar incluyendo aspectos relacionados
con la actividad de los microorganismos”, enfatiza Marina Dacal.
“Es evidente que los microorganismos del suelo modulan la respuesta del
mismo frente al cambio climático y sus efectos”, afirma César Plaza.
“Los modelos de cambio climático del IPCC que se utilizan para informar
la toma de decisiones en reuniones internacionales como el Acuerdo de
Paris deberían tener en cuenta el suelo y su actividad biológica, ya que
como muestran nuestros resultados desempeña un papel clave”, mantiene
Mark Bradford, profesor de la Universidad de Yale y participante en el
estudio.
Fuente: CSIC 14/01/2019
Marina Dacal, Mark A. Bradford, César
Plaza, Fernando T. Maestre and Pablo García-Palacios.
Soilmicrobialrespirationadapts to ambienttemperature in global drylands.
NatureEcology&Evolution. DOI: 10.1038/s41559-018-0770-5
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