Investigadores patrocinados por la NASA, creen tener una muy buena idea
de cual pudo ser la causa que provocó la desaparición de la civilización
MAYA.
Una gran sequía tuvo lugar cerca del momento histórico durante el cual
los mayas comenzaron a desaparecer. Y, al momento de su caída, ya los
mayas habían cortado la mayor parte de los árboles ubicados a lo largo
de grandes franjas de tierra con el fin de despejar terreno para
cultivar el maíz que alimentaría a su creciente población. Ellos también
cortaron árboles para usarlos como leña y para hacer materiales de
construcción.
"Tenían que quemar 20 árboles para calentar la piedra caliza que les
servía para hacer apenas 1 metro cuadrado de cal que utilizaban como
material para construir sus formidables templos, represas y monumentos",
explica Sever.
Él y su equipo de investigadores utilizaron simulaciones realizadas en
computadora para reconstruir el modo en el cual la deforestación pudo
haber desempeñado un papel muy importante en el empeoramiento de la
sequía. Los investigadores lograron aislar los efectos de la
deforestación utilizando un par de modelos climatológicos ya
comprobados: el modelo de circulación atmosférica de mesoescala PSU/NCAR,
más conocido como: MM5, y el Modelo del Sistema de Clima Comunitario, o
CCSM, por su sigla en idioma inglés.
"Simulamos tanto el mejor escenario como el peor: una deforestación del
100 por ciento en el área de los mayas y también un área sin
deforestación", dice Sever. "Obtuvimos resultados reveladores. La
pérdida de todos los árboles causó un aumento de entre 3 y 5 grados en
la temperatura y una disminución de entre el 20 y el 30 por ciento en
las precipitaciones".
Son resultados verdaderamente reveladores; no obstante, se necesita más
investigación para poder explicar totalmente los mecanismos que llevaron
a la caída de los mayas. Los registros arqueológicos muestran que la
caída de las ciudades-estado de los mayas sí tuvo lugar durante los
períodos de sequía; sin embargo, algunos de ellos lograron sobrevivir e
incluso prosperar.
"Lo que nosotros creemos es que la sequía ocurrió de modo distinto en
diferentes áreas", explica Griffin. "Nuestra hipótesis es que los
aumentos de la temperatura y las disminuciones de las precipitaciones
ocasionadas por la deforestación local causaron problemas lo
suficientemente graves como para 'empujar hacia el precipicio' a
algunas, aunque no a todas, las ciudades-estado".
Los mayas llevaron a cabo la deforestación mediante la agricultura de
tala y quema (un método que, en la actualidad, todavía es utilizado
sobre sus antiguas y gastadas tierras, lo cual ha ayudado a los
investigadores a entender mejor cómo funciona el proceso).
"Sabemos que por cada período de 1 a 3 años en los cuales se cultive una
porción de tierra, se necesita dejarla en barbecho recuperándose durante
15 años. Durante ese tiempo, los árboles y el resto de la vegetación
pueden volver a crecer mientras se tala y se quema otra área de
cultivo".
Pero, ¿qué ocurre si no se deja la tierra en barbecho el tiempo
suficiente como para que se pueda recuperar? ¿Y qué sucede si se tala
más y más tierra para poder satisfacer la demanda de alimento?
"Nosotros creemos que eso fue lo que ocurrió", dice Griffin. "Los mayas
arrasaron con extensas porciones de tierra cultivándolas en exceso".
La sequía no sólo hizo que fuera difícil cosechar alimento suficiente,
sino que también habría provocado que fuera más difícil para los mayas
almacenar agua suficiente como para sobrevivir durante la temporada
seca.
"Las ciudades trataron de mantener una reserva de agua que durara un
período de 18 meses", dice Sever. "En Tikal, por ejemplo, había un
sistema de represa que contenía millones de galones de agua. Sin
suficientes precipitaciones, las reservas se secaron". La sed y la
hambruna no colaboran para mantener feliz a una población. Como dice la
expresión: lo demás es historia.
"En algunas de las ciudades-estado de los mayas se han encontrado fosas
comunes que contienen grupos de esqueletos con incrustaciones de jade en
los dientes (algo que ellos reservaban para la elite maya); de modo que
tal vez, en este caso, se trate de aristócratas asesinados", especula
él.
Ningún factor puede, por sí mismo, llevar a toda una civilización a la
ruina, pero la deforestación que ayudó para que se produjera la sequía
podría muy fácilmente haber exacerbado otros problemas como: disturbios
sociales, guerra, hambre y enfermedades.
Muchos de esos hallazgos son el resultado de técnicas de imágenes que
tienen como base el espacio, señala Sever. "Mediante la interpretación
de datos de satélite obtenidos por medio del espectro infrarrojo, hemos
localizado cientos de ciudades antiguas abandonadas cuya existencia se
desconocía. Los mayas utilizaron yeso como base para construir sus
grandiosas ciudades, repletas de templos ornamentales, observatorios y
pirámides. Durante cientos de años, la cal se ha ido filtrando hacia el
suelo. Como resultado, la vegetación que crece alrededor de las ruinas
luce muy distinta de las demás, cuando se la observa en la actualidad
mediante una luz infrarroja".
"La tecnología del espacio está revolucionando la arqueología", concluye
Sever. "Estamos utilizándola para aprender más acerca de las situaciones
difíciles de esos antiguos pobladores para evitar correr la misma
suerte".
Fuente: NASA
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