Esquema de las estructuras activas que originaron la serie sísmica de
2016-17 en el Mar de Alborán. a, sismicidad, principales estructuras
activas, esfuerzos y acortamiento. b, Esquema de las principales
estructuras tectónicas. c, secciones transversales interpretativas y
sismicidad ortogonal a las principales alineaciones sísmicas. 1, falla
sinistra. 2, falla normal. 3, falla normal reciente. 4, epicentro del
evento principal (Mw = 6.3, 25 de enero de 2016). 5, cabalgamiento
ciego. 6, 7, 8, segmentos de fallas relacionados con las crisis sísmicas
de 2016, 1994 y 2004. 9, Desplazamiento al oeste de la deformación. 10,
Convergencia estimada con datos de GPS. 11, Convergencia de placas. 12,
Esfuerzos. FP, monte submarino Francesc Pagès. MTD, depósitos de
transporte en masa. / CSIC |
Científicos del CSIC identifican una nueva falla en el mar de Alborán.
Un equipo internacional de científicos liderado por el Consejo Superior
de Investigaciones Científicas (CSIC) ha identificado una nueva falla en
el mar de Alborán. La fractura produce escasa deformación en el fondo
marino, aunque sí “terremotos de magnitudes relativamente altas”, como
el de magnitud 6,3 en la escala Richter que afectó a la ciudad de
Melilla y varias zonas de Andalucía el 25 de enero de 2016. Los
resultados de esta investigación, que aparecen publicados en la revista
Tectonics, permiten establecer potenciales riesgos geológicos en el mar
de Alborán.
El trabajo, que se enmarca en la campaña INCRISIS de geología y
geofísica marina llevada a cabo a bordo del buque Hespérides en mayo de
2016, sitúa la nueva falla en los límites entre las placas tectónicas
euroasiática y africana en el mar de Alborán, la parte más occidental
del Mediterráneo. Hasta ahora, la principal falla conocida en esta zona
era la de Al-Idrisi.
“Tras el terremoto de enero de 2016, que causó daños notables en Melilla
y otras ciudades marroquíes, nos propusimos cartografiar el fondo marino
y estudiar la sismicidad de la zona, ya que esta no se correspondía con
la posición de la falla de Al-Idrisi, que afecta a la zona central y sur
del mar de Alborán. Nuestra investigación confirma que la sismicidad
inicial está asociada a una falla en un estado inicial de formación, que
tiene una dirección Noreste-Suroeste y que produce escasa deformación en
el fondo marino”, indica Jesús Galindo-Zaldívar, investigador en el
Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (centro mixto del CSIC y la
Universidad de Granada) y principal autor del trabajo.
Entre las conclusiones del estudio, destaca también que continúa la
formación del arco de Gibraltar entre Iberia y África con la migración
de la deformación tectónica hacia el Oeste. En cuanto a la sismicidad,
esta se extiende también hacia el Norte, afectando a la región del Campo
de Dalias, en Almería.
Riesgo sísmico “elevado”
La nueva zona de falla localizada, que se extiende hacia Marruecos, fue
asimismo la causante de otros dos terremotos registrados en 1994 y en
2004. Este último, de magnitud entre 6,1 y 6,3 grados en la escala de
Richter, afectó principalmente a la región de Alhucemas, en el norte de
Marruecos, y causó más de 600 muertes.
“En el seísmo de 2004, los eventos de mayor magnitud no se relacionaban
directamente con ninguna falla conocida en superficie. Por eso era
importante para nosotros conocer la tectónica en tierra y mar. Además,
estudiamos tanto la zona afectada por la sismicidad como la propia falla
de Al-Idrisi”, destaca Gemma Ercilla, investigadora del CSIC en el
Instituto de Ciencias del Mar. Y agrega: “La existencia de
deslizamientos submarinos y fallas recientes menores en la zona del
epicentro confirman la actividad tectónica de esta zona de falla
incipiente con elevado riesgo sísmico”.
Durante la campaña INCRISIS, los científicos delimitaron la zona
afectada por el terremoto principal y la sismicidad posterior hasta la
falla de Al-Idrisi. Para conocer la morfología del fondo marino y la
estructura del subfondo, emplearon instrumentos geofísicos, como la
sonda multihaz, la sonda paramétrica, el gravímetro y el magnetómetro.
También emplearon los datos de sismicidad del Instituto Geográfico
Nacional para conocer la localización de los terremotos y los mecanismos
focales. Además, se tuvieron en cuenta las investigaciones en tierra de
las fallas que produjeron los terremotos del 1994 y 2004.
“Nuestro trabajo sienta las bases para focalizar los futuros estudios
geológicos, sísmicos, geodésicos en esta zona principal de deformación,
desde Alhucemas hasta el Campo de Dalias, que cruza por el mar de
Alborán”, destaca Galindo-Zaldívar.
Esta investigación es fruto de la coordinación y colaboración del CSIC,
la Universidad de Granada, la Universidad de Jaén, el Real Instituto y
Observatorio de la Armada-San Fernando, el Instituto Geológico y Minero
de España, el Instituto Español de Oceanografía, el Instituto
Hidrográfico de la Marina, Université Sorbonne de París, Université
Mohammed Premier Oujda, Université Mohammed V-Agdal-Rabat y Université
Abdelmalek Essaadi- Tetouan.
Fuente: CSIC 25.07.2018
J.Galindo-Zaldivar, G.
Ercilla, F. Estrada, M. Catalán, E. d'Acre d'Acremont,
O. Azzouz, D. Casas, M. Chourak, J. T. Vazquez, A. Chalouan, C. Sanz de
Galdeano, M. Benmakhlouf, C. Gorini, B. Alonso, D. Palomino, J. A.
Rengel y A. J. Gil. Imaging the growth of recent faults: the case of
2016-17 seismic sequence sea bottom deformation in the Alboran Sea (Western
Mediterranean). Tectonics. DOI: 10.1029/2017TC004941
www.cci-calidad.com |