Una nueva investigación financiada por la NASA proporciona la evidencia
de que el eje de rotación de la Luna de la Tierra se movió unos cinco
grados hace aproximadamente tres mil millones de años. Image Credit:
James Keane, University of Arizona; Richard Miller, University of
Alabama at Huntsville |
Si asumimos que el sol y el agua, tienen un papel preponderante en la
formación del clima, la observación de nuestro satélite podría servir a
los científicos para conocer los orígenes del agua en la Luna y en la
Tierra.
Una nueva investigación financiada por la NASA proporciona la evidencia
de que el eje de rotación de la Luna de la Tierra se movió unos cinco
grados hace aproximadamente tres mil millones de años. La evidencia de
este movimiento se registra a través de la distribución del antiguo
hielo lunar. Los depósitos de hidrógeno localizados en los polos de la
Luna demuestran que el satélite tuvo en el pasado un eje de rotación
diferente al actual.
"No siempre la misma cara de la Luna ha apuntado hacia la Tierra," dijo
Matthew Siegler del Instituto de Ciencia Planetaria en Tucson, Arizona,
autor principal de un artículo de la revista Nature. "A medida que el
eje se trasladó, también lo hizo la cara que el hombre observa de la
Luna".
Siegler se dio cuenta de que la distribución del hielo observado en cada
uno de los polos de la Luna parecía estar más relacionado entre sí de lo
que se pensaba anteriormente. Tras realizar investigaciones adicionales,
Siegler - y su co-autor Richard Miller, de la Universidad de Alabama en
Huntsville descubrieron que las concentraciones de hielo fueron
desplazadas de cada polo a una distancia similar, pero en direcciones
exactamente opuestas, lo que sugiere que el eje de giro en el pasado
estaba en una posición más oblicua de lo que vemos hoy en día.
Un cambio en la inclinación significa que parte del hielo depositado se
evaporó hace mucho tiempo al estar expuesto a la luz solar, pero las
áreas que permanecen en la sombra entre la vieja y la nueva orientación
conservan su hielo y todavía pueden indicar qué sucedió.
Según Siegler, "Estos hallazgos podrían abrir la puerta a nuevos
descubrimientos sobre la evolución interior de la luna, así como el
origen del agua en la Luna y la Tierra".
Fuente: NASA
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