El último detector atmosférico de la Estación Espacial Internacional ya
está ofreciendo resultados sobre los niveles de ozono, aerosoles y
trióxido de nitrógeno en nuestro planeta. Instalado el año pasado, el
sensor de la NASA realiza un seguimiento del Sol y la Luna para estudiar
los componentes de nuestra atmósfera.
La ISS tarda tan solo 90 minutos en dar una vuelta a nuestro planeta,
por lo que cada día experimenta 16 amaneceres, 16 atardeceres y varias
salidas y puestas de la Luna. Al observar el Sol y la Luna a través de
la atmósfera, el Experimento sobre Gases y Aerosoles Estratosférico (SAGE)
mide la cantidad de ozono, aerosoles y otros gases.
Las lecturas complementan la vigilancia a largo plazo de las misiones
Sentinel del programa europeo Copernicus: Sentinel-5P, lanzado el pasado
octubre, es el primero de una serie de satélites Sentinel dedicados a la
atmósfera.
A medida que la estación orbita el planeta, SAGE apunta en la dirección
correcta gracias al instrumento Hexapod de la ESA.
Empleando información de posicionamiento de la estación, el ordenador de
Hexapod calcula los movimientos de sus seis patas para seguir al Sol y a
la Luna durante los pocos segundos de su salida y su puesta, lo que se
repite docenas de veces cada día a lo largo de los años.
SAGE fue instalado en febrero del año pasado y los primeros resultados
ya están disponibles. La idea es publicar los resultados una vez al mes,
mejorando su calidad a medida que se vayan añadiendo nuevas mediciones.
“La instalación y configuración no podrían haber ido mejor y estamos muy
contentos de ver cómo Hexapod funciona a la perfección, ayudando a que
SAGE no deje de apuntar en la dirección correcta”, señala Scott Hovland,
responsable del proyecto Hexapod de la ESA.
“El trabajo de Hexapod y SAGE es un ejemplo de cooperación
transatlántica y nos complace ver que están llegando los primeros
resultados”.
La ESA tiene experiencia en el seguimiento del Sol desde la ISS: al
operar durante más de nueve años, su instrumento SOLAR dio lugar a la
referencia más precisa sobre la emisión de energía del Sol.
El próximo sensor que la ESA enviará a la estación es el Monitor de
Interacciones Atmósfera-Espacio (ASIM), que apuntará a la Tierra para
investigar las tormentas eléctricas de gran altitud.
Se acoplará el mes que viene y capturará imágenes de una serie de
descargas eléctricas poco comunes, denominadas espectros rojos, chorros
azules y elfos. Estos potentes fenómenos pueden llegar por encima de la
estratosfera e influir en cómo nuestra atmósfera nos protege de la
radiación espacial.
Fuente: NASA 23.03.2018
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