En el campo de la restauración de obras de arte en madera es esencial la
eliminación de los insectos denominados xilófagos. El método químico,
mediante insecticidas, es inconveniente, no solo por los peligros para
el medio ambiente, sino también para la conservación de las
antigüedades, dado que puede deteriorar la pátina, pigmentos y otros
componentes utilizados por los artesanos en la antigüedad.
Y es que uno de los grandes problemas del patrimonio histórico es
precisamente la presencia de insectos xilófagos, los cuales pueden
llegar a destruir totalmente estructuras artísticas valiosísimas e
incluso retablos completos, llegando en ocasiones tarde para poder
aplicar unos procesos aceptables de restauración.
Para destruir este tipo de insectos xilófagos, sus larvas y huevos, se
venían utilizando tratamientos químicos muy tóxicos y contaminantes;
peligrosos para el medio ambiente, para la seguridad de las personas y
para la conservación de piezas irrepetibles de altísimo valor.
Hoy en día se utilizan tratamientos sostenibles basados en la
eliminación del oxígeno vital; es decir, por anoxia en cámaras biocidas
específicas de desinsectación inteligente, sin dañar los bienes
afectados, sin toxicidad (ausencia de productos químicos), y sin poner
en peligro el medio ambiente.
Las cámaras de anoxia por atmósferas inertes, utilizan como medio
biocida los gases inactivos generalmente presentes en el aire que
respiramos, cuestión por la cual son respetuosas con el medio ambiente,
eficaces, de baja inversión y mantenimiento y respetuosas con las obras
de arte y el patrimonio histórico.
La utilización de las atmósferas inertes es múltiple, tanto en el campo
de la investigación científica como en todos los procesos, tratamientos
y situaciones, en las cuales es necesario el desplazamiento del oxígeno,
sin cuya presencia es imposible la supervivencia de los insectos, además
de eliminar los fenómenos oxidativos.
Las cámaras de atmósferas modificadas se fabrican sin límite de tamaño y
en ellas es posible reproducir ambientes estables monitorizados,
mediante la utilización de gases inertes diversos tales como el Argón,
Nitrógeno, etc., y además pueden ser climatizadas mediante controles
precisos de temperatura y humedad.
Para una mayor autonomía se ha implementado el sistema de utilización de
grupos automáticos, completamente autónomos, para la generación de
atmósferas inertes sin necesidad de adquirir gases, alquilar
recipientes, ni planificar inversiones extraordinarias por consumos
sistemáticos.
Los equipos ofrecen la posibilidad de observar el interior durante los
procesos y la monitorización automática de la composición gaseosa.
Estas cámaras climáticas biocidas son utilizadas por entidades de la
máxima relevancia tales como el Museo de América, Museo del Traje,
Arzobispado de Oviedo, Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC), etc.
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