Imagen: Acerinox. Tren de laminación en caliente de aceros refractarios |
En los procesos de fabricación de hornos de ensayos cíclicos a alta
temperatura, es muy importante determinar el grado de vulnerabilidad de
los materiales constructivos tales como el acero refractario.
Según se desprende de los datos facilitados por los fabricantes de los
aceros, las atmósferas oxidantes son menos perjudiciales que las
inertes, especialmente a temperaturas elevadas. El valor térmico de
seguridad comienza al rebasar los +1200ºC, momento en que se puede
producir el fenómeno de la escoriación.
A este respecto un grupo de investigadores españoles han llevado a cabo
un estudio experimental sobre la oxidación a altas temperaturas de un
acero inoxidable refractario AISI 310, en dos ambientes diferentes: en
una atmósfera convencional (21 % de O2), a +704, +800, +884 y +1000°C y
en un ambiente simulado de una turbina de gas y del generador de vapor
de una central eléctrica de ciclo combinado (10-11 % de O2), a +800 y
+1000°C.
La cinética de la oxidación del material fue determinada a partir, tanto
de la ganancia de peso por unidad de superficie experimentada por las
probetas objeto de ensayo, como por la determinación de los espesores de
las capas de óxido formados.
Los investigadores obtuvieron resultados comparables con ambas
metodologías, poniéndose de manifiesto el efecto del contenido de
oxígeno y de las demás diferencias experimentales a partir de la
comparación de las cinéticas de oxidación del acero en los dos medios
oxidantes analizados. La oxidación del acero AISI 310 en situaciones
térmicas cíclicas empieza ya a ser importante a partir de una
temperatura de +1000 °C.
Fuente: Revista de metalurgia, ISSN 0034-8570, Vol. 41, Nº 3, 2005 ,
págs. 204-211. Autores: F. Javier Belzunce Varela, Julio Riba-López,
Valentín Higuera Hidalgo
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