Los requisitos exigidos por la reglamentación interna del Instituto
Tecnológico del Mueble, Madera, Embalaje y Afines AIDIMA, hacen
referencia a la ausencia de defectos superficiales tras la realización
de los ensayos conocidos internacionalmente como “cold check test”.
La norma UNE 48025, editada por primera vez en 1979-12-15, versión que
fue confirmada en 1999-10-01, hace referencia a los ensayos térmicos de
recubrimientos de madera, y más específicamente a la “Resistencia a los
ciclos de enfriamiento de los barnices nitrocelulósicos aplicados sobre
madera”.
La metodología a seguir, consiste en colocar las probetas en un soporte
porta-probetas que las mantenga en posición vertical, de forma que se
garantice la libre circulación de aire entre ellas, con el fin de
someterlas al siguiente ciclo de choques térmicos:
• 1 hora en una estufa de aire forzado a 60ºC.
• 1 hora en un refrigerador a -20ºC.
• 15 minutos en condiciones atmosféricas ambientales.
Después de cada ciclo se examinan las probetas en busca de cualquier
tipo de deterioro (cuarteamientos, ampollas, grietas, cambios de color
y/o brillo, etc.)
El ensayo continúa hasta completar un máximo de 40 ciclos, considerando
como resultado final el número de ciclo tras el cual se observa la
aparición de alguno de los deterioros mencionados.
Consideraciones:
Son muchas las normas de ensayo, aplicables a diversas aplicaciones,
como es el caso, que hacen referencia a la utilización de ensayos de
choques térmicos utilizando como medios de simulación una estufa y una
cámara frigorífica.
El empleo de este método obliga a tener que actuar manualmente en los
procesos puntuales de tiempos precisos de extracción de las muestras de
un recinto, trasladarlas al otro, repetir los procesos, y sí de una
forma repetitiva, cuestión que consideramos una auténtica esclavitud,
tal que hasta los mismos auditores consideran que es totalmente
incomprobable y de muy dudosa fiabilidad en los periodos de ejecución,
lo cual implica la no auditabilidad del método.
Lo correcto, fiable y auditable, es utilizar cámaras automáticas, en las
cuales no pueda afectar el error o la indisponibilidad puntual humana
del técnico en el laboratorio.
Para ello, el equipo más correcto es la bicámara de choque térmico de
triple acción, formada por dos cámaras superpuestas dotadas de un
ascensor porta muestras accionado automáticamente mediante un mecanismo
robótico, el cual pasa de la cámara fría a la cámara caliente y
viceversa, de forma pre-programada, y también, concretamente para la
aplicación que nos ocupa, con una función adicional de tránsito térmico
ambiental por grupo generador de arrastre en la cámara caliente.
El sistema de adquisición de datos y registro gráfico garantiza al
auditor la verosimilitud del ensayo y la trazabilidad de los resultados,
sin la incertidumbre aplicable al error humano que inhabilitaría el
ensayo realizado con una estufa y un congelador.
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