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Oladis Troconis de Rincón, investigadora venezolana en el campo de la
resistencia de los materiales frente a la corrosión climática, vuelve a
ser noticia por sus relevantes trabajos; en esta ocasión centrados en la
corrosión de las armaduras empleadas en el hormigón armado. Su
trayectoria es bien conocida en España, en donde adquirió, ya hace cerca
de dos décadas su primera cámara de ensayos de corrosión climosalina a
la empresa CCI de Barcelona para experimentar desde la Universidad del
Zulia en Venezuela.
La noticia ha sido servida por la Agencia Conacyt:
La Asociación Nacional de Ingenieros en Corrosión (NACE, por sus siglas
en inglés), con sede en Estados Unidos ha concedido el premio a la mejor
publicación técnica de la revista internacional de corrosión,
especializada en divulgar investigaciones y soluciones tecnológicas para
encontrar métodos eficaces anticorrosivos.
Expertos de universidades y centros de investigación de México y 10
países de Iberoamérica serán reconocidos con el premio a la mejor
publicación técnica por la revista internacional corrosión,
especializada en divulgar investigaciones y soluciones tecnológicas para
el control de la corrosión, y editada por la Asociación Nacional de
Ingenieros en Corrosión (NACE, por sus siglas en inglés), con sede en
Estados Unidos.
Al respecto, el investigador del Instituto Mexicano del Transporte (IMT),
Andrés Antonio Torres Acosta, informó que este reconocimiento, que fue
otorgado como mejor artículo técnico publicado en la revista Corrosión,
es el resultado del trabajo realizado por el grupo del Proyecto
Iberoamericano Durabilidad del Concreto (Duracon), con la participación
de investigadores de once países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile,
Colombia, Costa Rica, España, Portugal, Uruguay, Venezuela y México.
“Duracon está encabezado por la doctora venezolana Oladis Troconis de
Rincón. De este proyecto hemos hecho alrededor de 12 publicaciones,
tanto en revistas indexadas como en congresos y revistas nacionales e
internacionales. En 2015, ya teníamos trabajo de quince años
ininterrumpidos de monitoreo de estaciones, y se preparó el trabajo con
los datos de los primeros seis años de monitoreo, por lo que se hizo el
escrito técnico y se mandó a la revista Corrosión para que fuera
publicado. El tema que se trató en este escrito fue sobre carbonatación
de hormigones en países iberoamericanos”, expuso.
Torres Acosta detalló que este trabajo de monitoreo tenía como objetivo
caracterizar la durabilidad de concretos expuestos en condiciones
ambientales reinantes en Iberoamérica, basándose en la exposición de
probetas reforzadas con varillas y sin varillas en al menos dos
atmósferas distintas, una marina y una urbana, en cada país
participante.
“México poseía al inicio del proyecto, que fue en 2002, 15 estaciones de
monitoreo, siendo el país líder en la red. Las estaciones se encontraban
en Yucatán, Campeche, Oaxaca, Veracruz, Ciudad de México, Querétaro,
Estado de México, Michoacán, Tamaulipas, Chihuahua y Baja California”,
puntualizó.
Recordó que las 180 vigas de concreto utilizadas para el monitoreo en
México (90 con varillas y otras 90 sin varillas) fueron fabricadas en el
Centro Tecnológico del Concreto de la empresa cementera Holcim, ubicada
en Toluca, Estado de México.
“Las probetas una vez fabricadas, endurecidas y curadas por 28 días,
fueron trasladadas desde Toluca en camionetas de la Secretaría de
Comunicaciones y Transportes (SCT), a las diferentes estaciones
mencionadas”, abundó.
Estaciones de monitorización
El investigador del IMT subrayó que actualmente hay 12 estaciones de
monitoreo todavía funcionando: la Universidad Autónoma de Yucatán, la
Unidad Mérida del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav),
la Universidad Autónoma de Campeche, la Universidad Veracruzana, el
Tecnológico de Oaxaca, que forma parte del Tecnológico Nacional de
México (Tecnm), la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, así
como en las sedes del Instituto Mexicano del Transporte en Querétaro,
Ciudad de México, Toluca y Tampico, Tamaulipas.
“El proyecto sigue funcionando gracias a los recursos de cada
institución colaboradora. En las estaciones se siguen monitoreando los
elementos de concreto, así como los datos meteorológicos de estaciones
de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). De esta manera se está
correlacionando el efecto del medio ambiente con la degradación por
corrosión del acero de refuerzo de las varillas de refuerzo y la
afectación del concreto, como el fenómeno de la carbonatación del
mismo”, explicó.
Andrés Antonio Torres Acosta informó que, como resultado de estos
estudios, la Red Duracon pudo observar que los niveles de corrosión en
el concreto son más altos en países de Iberoamérica por las condiciones
ambientales particulares de estas zonas, lo que se contrapone con la
normatividad internacional respecto a la durabilidad del concreto que se
dicta en Estados Unidos, Japón y Europa, lo que fue tomado en cuenta por
la revista Corrosión para el otorgamiento de este premio a la mejor
publicación técnica.
“Cuando esos países generan sus reglamentaciones se dan respecto a
ambientes y características de materiales que no tienen nada que ver con
países iberoamericanos, que son más húmedos y tropicales. De ahí la
necesidad de la doctora Oladis Troconis de Rincón de poner especímenes
de concreto en cada uno de los países integrantes de esta red y medir
sus resultados”, sostuvo.
El Premio a la mejor publicación técnica por la revista internacional
Corrosión a este grupo de investigadores iberoamericanos será entregado
el próximo 29 de marzo en el marco del Congreso Internacional Corrosión
2017, que se llevará a cabo en el centro de convenciones Ernest N.
Morial de Nueva Orleans, Luisiana, en Estados Unidos.
Fuente: Agencia Informativa Conacyt
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