En el verano ártico, los bosques de kelp son oasis contra la
acidificación del agua. / Carlos M. Duarte |
El aumento de CO2 atmosférico incrementa la captura de CO2 del océano y
el océano se acidifica. Ello cambia el equilibrio químico del océano y
resulta en niveles bajos de minerales de carbonato, que son importantes
para construir las conchas de los organismos calcificadores.
En el verano ártico, los bosques de kelp reciben 24 horas de luz durante
meses y hacen la fotosíntesis constantemente, lo que incrementa el pH y
alivia la acidificación del agua. La acidificación del océano limita la
calcificación, lo que puede ser catastrófico para moluscos y crustáceos.
La acidificación del océano limita la formación de conchas de carbonato
y ello ha llevado a pronosticar efectos catastróficos para los
organismos calcificadores marinos, sobre todo en el Ártico. Los bosques
de kelp son el hábitat para muchas especies incluyendo especies de
interés comercial, como almejas, gambas, cangrejos y mejillones, todos
con estructuras de carbonato alrededor de sus cuerpos. Ahora, un nuevo
estudio liderado por la Universidad de Århus y en el que participan
investigadores del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA),
centro mixto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)
y la Universitat de les Illes Balears, demuestra que durante el verano
ártico los bosques de kelp crean oasis de pH elevado, es decir, bajos
niveles de acidificación, y favorecen la calcificación. Los resultados
del estudio se publican en la revista Science Advances.
“El aumento de CO2 atmosférico incrementa la captura de CO2 del océano y
el océano se acidifica. Ello cambia el equilibrio químico del océano y
resulta en niveles bajos de minerales de carbonato, que son importantes
para construir las conchas de los organismos calcificadores”, explica
Núria Marbà, investigadora del CSIC en el IMEDEA y participante en el
estudio. “En el Ártico, la acidificación es particularmente preocupante
porque las aguas frías pueden contener más CO2 que las cálidas”.
Los bosques densos y altamente productivos de kelp en el Ártico
disminuyen el pH del agua durante el día gracias a que la fotosíntesis
que captura una parte importante del CO2 del agua, explica Iris Hendriks,
también investigadora del IMEDEA. “Durante el verano, los bosques de
kelp del Ártico están expuestos a 24 horas de luz durante meses y
durante este periodo fotosintetizan constantemente. Así, los densos
bosques de kelp del Ártico capturan CO2 hasta el punto que pueden
incrementar localmente el pH y aliviar la acidificación del agua. Los
organismos calcificadores son particularmente vulnerables a la
acidificación del océano durante el verano cuando estos se reproducen y
pasan los estados larvarios”.
Marbà explica que: “Los investigadores de la Universidad de Århus en
Dinamarca, el CSIC, KAUST en Arabia Saudita y de la Universidad de
Trømso en Noruega hemos medido el pH en bosques de kelp en zonas de la
costa de Groenlandia expuestas a 15 horas y 24 horas de luz diaria.
Simultáneamente, realizamos un experimento con kelps en acuarios en el
que manipulamos la duración de horas de luz diaria de 12 a 24 horas.
Ambos estudios demostraron que los días largos de verano mejoran la
capacidad de los bosques de kelp en disminuir la acidificación, ya que
estos capturan CO2 durante el día y lo liberan durante la noche”.
Los bosques de kelp están ampliamente distribuidos en las costas del
Ártico. Estudios recientes de investigadores del grupo han demostrado
que los bosques de kelp tienen el potencial de expandirse con el
calentamiento del Ártico. Ello indica que posiblemente el efecto de los
bosques de kelp en el pH costero será todavía más importante a lo largo
de las costas de Groenlandia y el Ártico en el futuro.
Fuente: CSIC 15/12/2016
Dorte Krause-Jensen, Núria Marbà, Marina Sanz-Martin, Iris E.
Hendriks, Jakob Thyrring, Jacob Carstensen, Mikael Kristian Sejr, Carlos
M. Duarte. Long photoperiods sustain high pH in Arctic kelp forest
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