Recreación artística del océano de gas helado
descubierto en el corazón de un cúmulo de galaxias situado a unos 10.000
millones de años luz (modified from ESO Science Release 1431. ESO/M.
Kornmesser. This figure is licensed under CC BY 4.0 International
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Un equipo liderado por el CSIC ha descubierto una enorme reserva de gas
frío a 10.000 millones de años luz. El hallazgo, publicado en ‘Science’,
abre la puerta a estudiar cómo se formaron las supergalaxias en los
inicios del Universo.
Las galaxias más grandes del Universo, enormes esferas muy masivas
repletas de estrellas, parecen emerger de fríos océanos de gas frío.
Este hallazgo, liderado por investigadores del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) y publicado en el último número de la
revista Science, apunta a que la formación de las supergalaxias es un
proceso muy distinto en el Universo lejano y en el más próximo.
La agrupación de cientos o miles de galaxias da como resultado la
formación de cúmulos, cuyo centro es ocupado por las supergalaxias.
“Pensábamos que, en el Universo lejano, estas enormes galaxias se
formaron a partir de otras más pequeñas, las cuales se fundieron unas
con otras impulsadas por la acción de su propia gravedad, tal y como
ocurre en el Universo próximo. Sin embargo, hemos visto que todo es
mucho más complicado”, asegura el investigador del CSIC Bjorn Emonts,
que trabaja en el Centro de Astrobiología, un centro mixto del CSIC y el
Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial.
Los investigadores han empleado radiotelescopios situados en Australia y
Estados Unidos para explorar un cúmulo situado a unos 10.000 millones de
años luz. En su centro, una supergalaxia, MRC 1138-262, apodada
Spiderweb (tela de araña), está formándose inmersa en una enorme nube de
gas frío.
“Este océano de gas, que contiene 100.000 millones de veces la masa del
Sol, está compuesto mayormente de moléculas de hidrógeno, el material a
partir del cual se forman las estrellas y galaxias”, precisa la
investigadora del CSIC en el Centro de Astrobiología Montserrat
Villar-Martín.
Reciclaje cósmico
Más que observar directamente el hidrógeno que compone este océano, los
astrónomos han seguido la pista de un gas traza, el monóxido de carbono,
más fácil de detectar. “Ahora sabemos cómo y dónde mirar para buscar
reservas gigantes de gas frío en las que crecen las galaxias más grandes
del Universo. Con este resultado la tecnología astronómica más puntera
tomará impulso para encontrar sistemas similares”, agrega Villar-Martín.
Los científicos desconocen aún la procedencia de ese gas frío. “El
monóxido de carbono que hemos detectado está hecho de elementos químicos
sintetizados en el interior de estrellas de una generación previa, lo
que apunta a una especie de reciclaje cósmico, pero no sabemos con
seguridad de dónde proviene el gas o cómo llegó a acumularse en el
centro del cúmulo. Para averiguarlo tendremos que mirar hacia este y
otros cúmulos lejanos con mayor detalle y adentrarnos así en la infancia
del Universo”, concluye Emonts.
Fuente: NASA.
B.H.C. Emonts, M.D. Lehnert, M. Villar-Martín, R.P. Norris, R.D. Ekers,
G.A. van Moorsel, H. Dannerbauer, L. Pentericci, G.K. Miley, J.R.
Allison, P. Guillard, E.M. Sadler, C.L. Carilli, M.Y. Mao, H.J.A.
Röttgering, C. De Breuck, N. Seymour, B. Gullberg, D. Ceverino, P.
Jagannathan, J. Vernet, B.T. Indermuehle. Molecular Gas in the Halo
Fuels the Growth of a Massive Cluster Galaxy at High Redshift. Science.
DOI: 10.1126/science.aag0512.
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