La microelectroquímica es una técnica de caracterización de la corrosión
en superficies metálicas a escala microscópica.
El carácter local de los procesos involucrados en la reactividad de las
superficies así como la heterogeneidad de las superficies reactivas
justifican el importante esfuerzo que se está llevando a cabo en el
desarrollo de técnicas electroquímicas de aplicación en escala
microscópica (microelectroquímica).
Con este enfoque surge la técnica de la microcelda electroquímica, cuya
gran ventaja frente a otras técnicas electroquímicas locales es la
posibilidad de delimitar una pequeña área conocida sobre la que se
pueden aplicar las técnicas de medida electroquímica convencionales.
Esta técnica de evaluación a escala de laboratorio tiene aplicaciones
que van desde la evaluación de cinética de procesos REDOX, hasta la
caracterización de procesos de corrosión y pasivación sobre distintas
superficies, como cobre puro, capa de patina sobre cobre puro, acero en
medio alcalino, recubrimientos poliméricos, etc.
Como medio instrumental de medición se utiliza el microscopio
electroquímico de barrido, basado en la reacción que ocurre en un
ultramicroelectrodo (UME) al moverse muy cerca de la superficie de un
sustrato, lo cual permite obtener imágenes de las interfases en alta
resolución.
En el laboratorio, para estudiar el grado de afectación superficial de
los materiales cuando se ven atacados por medios químicamente activos,
tales como la acción corrosiva de la humedad, la niebla salina, niebla
ácida, etc., de forma acelerada, se utilizan las cámaras de ensayos
acelerados, tras lo cual se efectúa la evaluación del grado de
afectación por los medios descritos.
Fuente: UPM
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