Una investigación de la UCO y el IAS observa que, a menor temperatura,
los árboles tienen más dificultad para adquirir recursos hídricos.
El agua es un recurso esencial en las plantas. Absorbida por las raíces,
traslada nutrientes y otras substancias por un sistema vascular central
hasta ser evacuada por las hojas. Además, contribuye a convertir el
dióxido de carbono en oxígeno en la fotosíntesis. Sin embargo, en zonas
de clima mediterráneo, el agua puede ser un bien escaso, por lo que
muchos cultivos tienen que recurrir al riego para cubrir sus necesidades
hídricas. Una investigación de la Universidad de Córdoba (UCO) y del
Instituto de Agricultura Sostenible (IAS) ha observado que la
temperatura del suelo influye en la forma en la que la planta adquiere
este recurso.
En los meses más fríos, la capacidad de absorción de agua por las raíces
se reduce produciendo síntomas de marchitez en la planta aun cuando
existe en el suelo suficiente agua para satisfacer las demandas de la
planta.
El trabajo forma parte de una tesis recientemente defendida en la UCO,
en la que se desarrolló un modelo para olivos y almendros. En un modelo
los árboles se transforman en fórmulas matemáticas. Esta recreación
sirve para comprender cómo se comportará la planta si se varían las
condiciones que las afectan, una de las más importantes, la adquisición
de agua. “Mediante esta estrategia, podemos pronosticar el
comportamiento de estos cultivos y ofrecer, por ejemplo, soluciones
adaptadas a las necesidades de los productores para incrementar la
eficiencia de sus explotaciones”, explica el investigador Omar García
Tejera, autor de la mencionada tesis doctoral, defendida el 22 de julio
de 2016 y dirigida por de Luca Testi, del Instituto de Agricultura
Sostenible (IAS-CSIC), y Francisco Villalobos, del Departamento de
Agronomía de la UCO.
Los resultados del estudio de la interacción de la temperatura del suelo
y la actividad de las raíces, publicados por el equipo científico
conjunto de la UCO y el IAS en Tree Physiology, muestran que existe una
reducción de la capacidad de absorción del sistema radical cuando éste
es sometido a bajas temperaturas (menores a 15 o). En la misma
publicación se observa que dicha reducción no está asociada a cambios en
la viscosidad del agua con la temperatura, sino que posiblemente tengan
que ver con modificaciones de los tejidos que componen la raíz.
Los resultados derivados de este trabajo ponen de manifiesto la
necesidad de indagar en los aspectos relacionados con la fisiología de
los sistemas radicales si se quiere tener una visión global del
comportamiento del árbol bajo distintas condiciones. El trabajo ha sido
desarrollado en olivos y almendros.
Un sistema complejo
El trabajo de modelización entiende al vegetal como un sistema complejo.
Este enfoque convierte en inputs condiciones que afectan al desarrollo
de la planta como el clima, la humedad y el tipo de suelo; y en outputs
valores tales como el agua transpirada por las hojas o la fotosíntesis.
La modelización ayuda a comprender mejor el sistema de absorción y
transpiración de las plantas, por lo que ofrece respuestas que pueden
ayudar a mejorar los rendimientos de los cultivos, especialmente cuando
el agua escasea.
“Al desarrollar un modelo, podemos jugar con las variables que afectan a
los procesos de transpiración y fotosíntesis y observar cómo se
comportaría un olivo o un almendro si variamos su régimen hídrico por
medio de un sistema de regadío o si lo plantáramos en una zona u otra
del planeta con climas diferentes”, indica el investigador. De esta
manera, se dan soluciones a necesidades de los productores: desde el
agua a destinar para cada ejemplar al tamaño de copa más eficiente para
obtener los mejores rendimientos.
Modelización de plantas
La modelización de plantas tiene sus orígenes en los años 70, explica
García Tejera. Entonces, grupos de investigación de Estados Unidos y
Países Bajos comenzaron a idealizar el comportamiento de cereales a
través de fórmulas matemáticas. En el contexto de la Guerra Fría, esta
información tenía un alto valor estratégico, ya que EEUU podía calcular
las cosechas en la Unión Soviética y, si era necesario, intervenir en el
precio de mercado del trigo para perjudicar a su enemigo.
Los modelos matemáticos son recreaciones de la realidad. Sin embargo,
como advirtió el estadístico británico George Edward Pelham Box, los
desarrolladores son conscientes de que, aunque no son fieles al cien por
cien, sí muy efectivos para la búsqueda de soluciones: “En esencia,
todos los modelos están equivocados, pero algunos son útiles”,
estableció Box en un aforismo, no sin cierta sorna.
Fuente: UCO
Omar García-Tejera, Álvaro López-Bernal, Francisco J. Villalobos,
Francisco Orgaz and Luca Testi. ‘Effect of soil temperature on root
resistance: implications for different trees under Mediterranean
conditions’. Tree Physiol (2016). doi: 10.1093/treephys/tpv126
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