La corrosión en la industria petroquímica genera anualmente
cuantiosísimas pérdidas que obligan a los centros de investigación
metalúrgica a emplear grandes esfuerzos en investigar medios eficaces
de prevención.
Y es que, durante los procesos químicos desarrollados en las refinerías
de petróleo el deterioro por corrosión de las instalaciones metálicas es
debido a la presencia de ácido sulfhídrico mezclado con gas nafténico,
siendo más crítico el daño provocado por el hidrógeno. Si a esto se
añaden residuos salinos, la afectación puede ser agravada.
Una forma de protección contra estos medios corrosivos es la utilización
de revestimientos de aluminio, los cuales ofrecen una protección pasiva
y activa. Los resultados han sido avalados por diversos trabajos de
investigación.
Según estos estudios, la presencia de una región ínter metálica de Fe/Al
en la zona de ligación entre el aluminio y el acero, obtenida por
tratamiento térmico, representa otra barrera protectora muy importante
contra la difusión del hidrógeno en el acero y una reducción del riesgo
de deterioro por corrosión nafténica.
A escala industrial el revestimiento se logra a través del proceso de
alonización, mediante un tratamiento térmico a +1050ºC para permitir la
difusión del aluminio en el metal base y formar los ínter metálicos
Fe/Al, consiguiendo finalmente obtener una superficie de contacto con
una excelente resistencia frente a los medios corrosivos sulfurosos
existentes en los derivados petrolíferos.
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