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El ozono, como
variedad alotrópica del oxígeno y de carácter hiperoxidante, tiene
propiedades bactericidas, desodorantes, etc., y de protección para la
vida humana sobre la Tierra por su capacidad de filtración de los rayos
ultravioleta, pero también posee efectos nocivos.
Degradación
superficial de materiales
Cualquier doble
enlace es altamente sensible a las reacciones cruzadas iniciadas por el
ozono. La rotura de las cadenas hidrocarbonatadas da lugar a radicales
que pueden ser posteriormente excitados fotoquímicamente para generar
más radicales libres. Así se degradan polímeros naturales, como el
caucho, el algodón, la celulosa o el cuero, junto a pinturas,
elastómeros o plásticos. Sólo cuando los dobles enlaces están
protegidos, pueden resistir el ataque.
Un efecto
importante hace referencia a la disminución de la intensidad de los
colores artísticos afectados por niveles significativos de ozono, entre
otros productos. Las concentraciones del mismo en el aire en interiores
pueden resultar similares y, a veces superiores, a las registradas en el
exterior. Teniendo en cuenta que la humedad relativa del aire
intensifica la acción oxidante sobre los colorantes, si las salas de
exposición no disponen de mecanismos de climatización adecuados, la
decoloración puede llegar a ser perceptible a partir de los tres meses.
Afectación
climática
El ozono es uno de
los llamados gases de efecto invernadero, ya que absorbe en capas bajas
de la atmósfera parte de la radiación infrarroja que emite la superficie
terrestre, provocando el aumento de la temperatura media del planeta y
el consiguiente efecto en el clima. Con el calentamiento global se
genera un círculo vicioso, ya que el aumento de temperatura lleva
aparejado un aumento de las reacciones químicas y por tanto favorecerá
el mecanismo de formación de foto-oxidantes. Así mismo, la temperatura
influye en la evaporación de los hidrocarburos y otros compuestos
volátiles (COV), que como ya se ha mencionado, son precursores del
ozono. Por último, la amenaza de las llamadas olas de calor en los meses
de verano, no hará más que agudizar los efectos perniciosos sobre la
salud de la contaminación por ozono troposférico.
Acciones sobre
la vegetación
El ozono se
encuentra entre los contaminantes atmosféricos más fitotóxicos,
resultando más dañinos, o al menos de consecuencias más visibles, los
episodios cortos a altas o medias dosis que las bajas exposiciones
prolongadas en el tiempo. En ambos casos no obstante, la acción del
ozono reduce la fotosíntesis neta y puede aumentar la senescencia
prematura, provocando una disminución del rendimiento de los cultivos.
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