Imagen: Peymar |
En la fabricación de muebles y estructuras urbanas, las maderas de Teka,
Iroco, etc., como especies sustitutas de otras variedades menos
resistentes, generan buenos resultados cuando se evalúan las cualidades
físicas, mecánicas y estéticas tales como la resistencia a los agentes
climáticos degradantes. Por ello, dentro de los atributos estéticos que
están presentes en el éxito de la comercialización, se encuentra
precisamente el color.
A diario, al mirar a nuestro alrededor se puede apreciar como en los
diferentes entornos en los que se realizan actividades se utiliza la
madera como elemento decorativo que se encuentra formando parte de las
diferentes estructuras, muchas veces la encontramos en parques donde
forma parte de los sitios de juego para niños, en kioscos, entramados,
bancos, etc., y también en nuestros hogares se ven en gran cantidad de
formas, desde muebles para jardín como en pisos, columnas ornamentales,
barandillas de la terrazas, en estructuras para yates y en otros muchos
sitios.
La exposición a los diferentes factores ambientales que la afectan es
variado, dependiendo del sitio donde se encuentre. La luz proveniente
del sol es uno de los fenómenos de la naturaleza más agresivos. La
radiación ultravioleta que existe en el ambiente afecta a las
propiedades de las maderas, modificándolas en cambios de color. Esto
hace que el consumidor vea la necesidad de protegerla con productos
sintéticos, perdiendo así su color natural, si no se eligen
recubrimientos de alta calidad.
De hecho, para la industria de la madera, sin duda alguna, el color es
el que juega un rol más importante, porque es a partir de él que el
cliente elige utilizar una u otra madera.
Por ello en la actualidad existen diversos parámetros que miden la
variación del color en piezas de madera, tal como el sistema CIELAB
(L*,a*, b*), el cual representa los colores sobre un plano cartesiano
espacial, definido por tres coordenadas cromáticas, las cuales registran
luminosidad (negro y blanco) y tienen valores de 0 a 100
específicamente, el parámetro a* corresponde a rojo-verde, en el que el
rojo es un valor positivo, el verde valor negativo y el gris da un valor
0; el parámetro b* trabaja con los colores amarillo-azul , el cual
registra al primero con valor positivo y al segundo con un valor
negativo.
Dada la importancia que tiene los programas de reforestación con Teca y
la importancia que le da al valor estético de la madera, y en especial
al color, cuando dicha madera se ve sometida a una radiación, es que él
control de calidad tiene como objetivo analizar la radiación
ultravioleta (UV) como un factor que incide en los cambios en el color
natural.
A escala de laboratorio se investiga la estabilidad del color de la
madera utilizando cámaras de simulación solar tales como las xenoclima,
meteotron, etc., y colorímetros por triestímulos, instrumentos
capacitados para medir las coordenadas de color; con sus
correspondientes resultantes de tonalidad, brillantez e intensidad de la
coloración.
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