El potencial de las técnicas de impresión en 3D es innegable en diversos
campos de la ingeniería, pero también en otros quizás más alejados, como
el de la biomedicina.
Ya en marzo del año 2013, The New England Journal of Medicine
publicaba que un grupo de médicos de un hospital de Michigan (EE UU)
habían utilizado esta técnica para generar una prótesis de tráquea. El
receptor de dicho implante fue un bebé de apenas dos meses de edad, el
cual sufría constantes infartos debido a una malformación en sus vías
respiratorias, que impedía la llegada de oxígeno a sus pulmones.
Ante la complicada situación, los doctores decidieron arriesgarse con
una innovadora técnica. Utilizando un procedimiento conocido como
tomografía, obtuvieron una imagen digital de secciones de la tráquea del
propio paciente, que utilizaron para imprimir más adelante la pieza que
necesitaban. La pequeña reproducción del tubo traqueal se realizó en
menos de un día utilizando un material conocido como policaprolactona
(Poliéster alifático), y se implantó en el paciente mediante la
consiguiente operación quirúrgica.
Sin duda, lo extraordinario de esta estrategia seguida por los médicos
de Michigan, fue que elegir un biomaterial que aunaba las
características más importantes y difíciles de conseguir en este tipo de
prótesis. No solo cumplía su función, permitiendo al paciente abrir su
tráquea adecuadamente y sin provocar rechazo, sino que además, al ser un
polímero biodegradable, se estimaron unos 3 años para la total
reabsorción del implante. Para entonces, las vías respiratorias del bebé
ya estarían completamente formadas, y ni siquiera tendría que someterse
a una segunda operación para continuar viviendo normalmente.
El proceso, fue seguido por un estudio paralelo, firmado por Scott
Hollister y Richard Ohye de la universidad de Michigan, y Marc Nelson,
del hospital infantil Akron. Demostrando un ejemplo de perfecta
interacción entre un biomaterial y el cuerpo humano, los beneficios que
supone, y las posibles aportaciones de la impresión 3D en este campo.
Actualmente, las aplicaciones de estas técnicas de generación de
estructuras tridimensionales se encuentran en expansión. Entre las más
esperadas aguarda la generación de moldes biocompatibles para obtener
órganos mediante la combinación con ingeniería de tejidos. Algo que no
está tan cerca de la ciencia ficción, como publicaba la investigadora
Sara Arroyo Moreno.
Fuentes:
UPM
http://blogs.upm.es/biomateriales/2015/02/17/fabrican-vasos-sanguineos-con-impresora-3d/
Revista The New England Journal of Medicine
http://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMc1206319
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