Las cámaras de crioterapia son equipos de tratamiento climático
ultrafrigorífico empleadas en el campo de la fisiología para la
recuperación de esfuerzos de los deportistas de élite y otras
actividades cuya actividad suponga un elevado estrés físico y una
demanda de alto rendimiento.
Las cámaras climáticas para fisiología del deporte fueron desarrolladas
por primera vez en España por la compañía CCI, situada en Mataró
(Barcelona) hace ya diez años, para el CAR (Centro de Alto Rendimiento
Deportivo de Sant Cugat de Barcelona).
En el caso de las cámaras de crioterapia, el vehículo utilizado como
medio frigorífico es el Nitrógeno líquido, el cual, si bien permite
alcanzar temperaturas de hasta -195,82ºC en contacto directo, en el
tratamiento climático respirable se limita a no más de -120ºC cuando se
recircula a través de intercambiadores de alta superficie y en
convección forzada laminar de aire, con el fin de mantener una atmósfera
oxigenada purificada.
La técnica, si bien es muy interesante como medio de recuperación
física, no obstante requiere una vigilancia exhaustiva por parte del
personal sanitario, dada la peligrosidad de las ultrabajas temperaturas,
las cuales pueden ser peligrosas en tiempos de exposición muy cortos.
Como anécdota periodística podemos decir que la técnica en España ha
sido presentada en el Real Club de Tenis Barcelona con motivo del Trofeo
Conde de Godó.
Aunque la crioterapia puntual tópica ya hace mucho tiempo que se
utiliza, las cámaras criogénicas integrales, o de crioterapia de cuerpo
entero, ya se vienen utilizando últimamente por deportistas de élite en
países como EEUU, y de hecho, en España se fabrican desde hace casi
medio siglo para otras aplicaciones tales como la simulación
aeroespacial.
Con las cámaras desarrolladas por CCI, el fisioterapeuta responsable del
tratamiento de crioterapia puede programar cualquier valor de
temperatura comprendida entre la ambiental y -110ºC, así como también el
tiempo de tratamiento, de tal manera que, una vez transcurrido el mismo,
se activa una alarma visual y acústica que avisa del momento en el que
el deportista o deportistas deben abandonar la cámara.
Así mismo es posible monitorizar al deportista vía bluetooth con el fin
de registrar externamente todas sus constantes fisiológicas durante el
tratamiento, tales como la temperatura corporal, número de pulsaciones,
índice de oxígeno, etc., habida cuenta de la importancia de la
vigilancia facultativa constante durante todo el tratamiento de
crioterapia.
Para más información contactar directamente con el departamento de
ingeniería de CCI (info@cci-calidad.com).
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